Envidia

lunes, 31 de diciembre de 2007

Viene del latín ´invidere´ (ver con malos ojos). La envidia aguda puede crear ansiedad, trastornos del apetito y alteraciones del sueño. Envidiamos cuando comprobamos que otro se ha hecho con algo que deseamos intensamente ó cuando otra persona logra lo que nos es imposible realizar. Eso nos baja la Autoestima. En los casos más extremos, podemos llegar a castigar -tanto física como psíquicamente- al envidiado por su ventaja. Según investigaciones de la Sociedad Española de Etología, "no hay constancia de que entre los animales se dé un fenómeno semenjante, aunque estos pueden usar engaños para alcanzar objetivos". Cuanto más cercanas a nosotros sean las personas que envidiamos y cuando su superioridad se demuestra en los campos que más valoramos, la envidia crece. Por ejemplo, es muy dudoso que un físico actual pueda albergar envidia y hostilidad contra Einstein por sus éxitos. A veces el envidiado puede vanagloriarse de sus méritos; en ese caso, como magistralmente señala Unamuno "no hay canalla mayor que las personas honradas(...) No me cabe duda de que Abel restregaría a los hocicos de Caín su gracia". Hay un vínculo entre un sentimiento subjetivo -la envidia- y un proceso biológico-la depresión: "los antidepresivos nos mantienen a salvo de ciertos sentimientos negativos asociados a la envidia"
TRES TIPOS DE ENVIDIA: Los psiquiatras franceses C. André y F. Lelord distinguen 3 tipos de envidia: Depresiva, Hostil y Sana ó Admirativa. Ninguna de ellas suele darse en estado puro, y la envidia a veces puede estar centrada en un individuo en concreto y no sólo en una ventaja en particular:
LA ENVIDIA DEPRESIVA se da cuando la felicidad ajena causa sufrimiento, aunque no se guarde animosidad contra quien la experimenta; estas personas intentarán retraerse.
ENVIDIA HOSTIL, que nos hace odiar al menos durante unos segundos a quien nos supera en un terreno, aunque sea un amigo: hablaremos mal de él o le pondremos zancadillas profesionales. muy raramente se traduce en una agresión directa.
ENVIDIA ADMIRATIVA: a pesar de no estar a la altura del envidiado, se pretende alcanzar el mismo nivel de excelencia. Es la más sana, pues redobla los esfuerzos para lograr un objetivo.
PAUTAS PARA SUPERAR LA ENVIDIA
  1. Reconocer que se es envidioso
  2. Expresar la envidia con buen humor
  3. Comprender que es lo que se encuentra detrás de ella (ej: un anhelo de la adolescencia no satisfecho ó unas expectativas no cumplidas)
  4. Relativizar las ventajas de los demás: darse cuenta de que nadie es realmente tan feliz como uno puede llegar a pensar
  5. Ser imparcial y considerar justamente los éxitos ajenos
  6. No provocar inutilmente la envidia de los demás

Para finalizar, el genial Cervantes pone en boca de Don Quijote: "Todos los vicios, Sancho, traen un no se que de deleite consigo; pero el de la envidia no tal, sino disgusto, rencores y rabias". 2003

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